CAPÍTULO XI: TRES PROFANADORES Y UN DESTINO
Avanzábamos despacio, acomodando cada pisada, agudizando los sentidos y tratando de administrar el hechizo del lugar. El joven Ícaro iba primero, seguido de su tío y yo cerrando la comitiva. De pronto noté que estaba hiperventilando e hice un alto para regular la respiración de forma controlada. Perseo,… Leer más »CAPÍTULO XI: TRES PROFANADORES Y UN DESTINO