Saltar al contenido

Capítulo III: un marciano en la corte

Estaba dispuesto a cruzar media Europa. Diría que estaba dispuesto a cruzar medio mundo si fuese necesario. El fin, no era tanto empezar un nuevo asunto, como oxigenar mis neuronas tan faltas de dinamismo. De modo que los preparativos del viaje y el viaje mismo fueron para mí un placer anhelado. Estaba preparado para poseer cada milímetro de paisaje desde la ventanilla del tren. Y cuando el paisaje no fuera merecedor, estaba preparado para seguir indagando sobre la vida de Jerónimo de Ayanz y Beaumont en el portátil.

Jerónimo fue un gigante, en el literal y en todos los sentidos. Fue el creador de la funda espectral que se sumergió en el Pisuerga y de más de 40 inventos, entre ellos un submarino, una máquina de vapor (quizás su patente más importante), y el aire acondicionado del siglo XVII. Fue el militar que impidió un atentado contra Felipe II. El hombre que doblaba metales con dos dedos.

Si te pareció chocante ver un esquimal en el desierto, guarda un poco de tu asombro para un marciano en la corte de Felipe III.

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *